Teatro:
Novela:
Un joven actor empieza a dar clases en la ciudad de Madrid. En pocos meses su vida da un vuelco pues empieza a vivir como propias las vidas de gente cercana: Un veterano actor retirado por extrañas razones, un admirador febril del cine más minoritario, la encantadora dueña de un videoclub, sus propios alumnos.
Una novela que habla de la amistad tanto como del amor... Del teatro tanto como del cine... Del pasado de los personajes tanto como del presente... Una novela que alberga muchos géneros que se encuentran y un carisma que se pierde.
Seis vidas y seis historias que se unen. Madrid, el séptimo actor, aparece como una ciudad melancólica y poética donde las miradas se cruzan y las vidas coinciden en las calles. La literatura, el humor, la soledad, el amor, el desamor, la poesía o la payasada caben en una misma trama, siempre abrazada por las calles de Madrid.
Diego vive la última noche en su casa pues al día siguiente vendrán a echarle porque no puede pagar el alquiler desde hace meses. Además de los evidentes problemas económicos, Diego está sumergido en pleno dolor sentimental pues su mujer se ha ido de casa llevándose al hijo de ambos. Y aparece Carlos…
En un bar gris, decadente y crepuscular la gente comenta sus ayeres, sus tristezas, sus sueños incumplidos y sus viejos amores.
En un bar de amigos, de sonrisas melancólicas, de vidas conectadas por una bohemia onírica, aparecen esas imágenes del pasado como si, al agarrarse a una copa de vino o dar vueltas a la taza de un café, los recuerdos se volvieran a vivir, lánguida y momentáneamente, en un presente efímero.
Los posos del café es una obra onírica, vaporosa, etílica, subrayada claramente por la literatura y la elevación de la cotidianeidad a lo teatral. Una obra en que los personajes se descarnan y se rompen y los espectadores se inundan de sentimientos y palabra, de emoción literaria.
Recopilación de TEATRO
LA MISCELÁNEA DE LAS EMOCIONES.